A sólo hora y media de la capital del estado de Tabasco, Villahermosa, se encuentran casas pintadas de blanco con tejados rojos, balcones siempre llenos de flores y calles empedradas que serpentean hasta perderse en la vegetación del cerro: es Tapijulapa, Pueblo Mágico resguardado por cascadas y jardines.
En la plaza principal te espera su tradicional quiosco desde el cuál podrás iniciar tu exploración. La calma de este rincón serrano sólo se pierde cuando cientos de aves ribereñas tornan a las copas de los árboles al atardecer; normalmente el río Amatán es el encargado de arrullar a este pueblo, pero es posible cruzarlo por su puente mientras el sonido del agua y el verdor te deleitan. Al ver las típicas fachadas de las casas en Tapijulapa te darán ganas de vivir ahí.
No dejes de ver el parque estatal de la sierra, o Villa Luz, donde podrás visitar su pequeño museo arqueológico, divertirte en su enorme tirolesa o bajar por sus senderos hasta la cascada principal, además podrás ser testigo de la pesca de la sardina ciega en la Cueva de las sardinas.
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